La baja por incapacidad temporal la puede solicitar cualquier persona que sufra una enfermedad o accidente que le impida desarrollar su actividad laboral habitual. El objetivo es que la persona que sufre la dolencia, perciba una prestación económica mientras no pueda volver a llevar a cabo su trabajo con normalidad.
La cuantía de esta ayuda depende fundamentalmente del origen de la dolencia que causa la incapacidad temporal. Si esta es una enfermedad común o un accidente fuera del trabajo, la prestación será un incapacidad temporal. Esto se prolongará mientras siga en ese estado hasta el día 20. A partir de este día, este porcentaje aumentará hasta el 75 por ciento.
Sin embargo, si el motivo de la baja por incapacidad temporal es una enfermedad ocasionada por algún factor laboral o sufre un accidente trabajando, entonces la ayuda será el 75 por ciento de la base reguladora. No obstante, puede darse el caso de que existan convenios firmados con la empresa. En tal caso, la prestación puede llegar al 100 por cien.
Llegada esta situación ¿Cómo puede luego perder la condición de incapacidad temporal? Lo más habitual es que el paciente sea dado de alta por el médico. De este modo, se da por certificado que ha superado la dolencia y por tanto, puede volver a trabajar. No obstante, existen otras circunstancias por las que también puede perder esta condición.
Otros motivos para perder la incapacidad temporal
Aunque lo más habitual para perder la condición de incapacidad temporal es superar la dolencia que tenía a la persona de baja, existen otros motivos que te pueden hacer perder esta condición. Una de las circunstancias puede ser que la persona empeore y entonces, pase de tener una incapacidad temporal a una incapacidad permanente. Dependiendo de la gravedad esta puede ser de cuatro grados: parcial, temporal, absoluta o gran invalidez.
Otro caso más frecuente de lo que debería, sobre todo, por el motivo que lo ocasiona, es caer en una acción fraudulenta por parte del beneficiario. Esta puede ser no presentarse a los controles médicos cuando así se lo requieran en la Seguridad Social o en la mutua contratada por la empresa.
El pago de los beneficiarios de baja
El pago de una pensión por estar de baja por una incapacidad temporal, tiene su objetivo en que el afectado, no sufra las consecuencias en los días en que no pueda trabajar. Es decir, que no pierda su salario y por tanto nivel económico, por culpa de una enfermedad o accidente que además, no depende de él.
Pero ¿Quién paga esta baja? En el caso de los trabajadores por cuenta ajena, el pago lo efectúa la empresa como pago delegado, con la misma periodicidad que los salarios. Hay que tener en cuenta, que si la baja se produce por enfermedad común o un accidente fuera del ámbito laboral, los pagos se reparten según el día.
El pago para los beneficiarios con un dolencia originada fuera del trabajo lo realiza el empresario entre el día 4 y el día 15 de la baja. Sin embargo, a partir del día 16 esta responsabilidad recae sobre la Seguridad Social o la mutua de la empresa.