El uso de dinero en efectivo cayó en 2019 casi un 17 por ciento. Esta forma de pago estaba poco a poco cayendo en desuso antes de esa fecha. Sin embargo, la pandemia aceleró una transición inevitable hacia otros modos como las tarjetas bancarias, el pago con el móvil, o el uso de aplicaciones móviles como Bizum.
Y es que el miedo al contagio por contacto, así como la proliferación de las compras online, han hecho que para muchos, el dinero en efectivo esté a punto de desaparecer. Pero, ¿Es realmente así? Aunque son muchas las corrientes que apuntan hacia la desaparición de esta forma de pago, lo cierto es que no está del todo claro.
Una muestra de ello, es que la Agencia Tributaria sigue gastando grandes esfuerzos en perseguir la procedencia de cada euro gastado. El objetivo de Hacienda con este seguimiento es evitar delitos tan importantes como el fraude fiscal, el blanqueo de capitales o la economía sumergida. Todo ello, a causa de ser actos normalmente relacionados con actividades delictivas.
Y es que el dinero en efectivo no es fácil de rastrear. Por ello, desde las instituciones se intenta cercar cada vez más su uso. De esta forma, pueden controlar a quien sobrepase ciertos límites. No obstante, es una tarea tediosa para la que la Agencia Tributaria hace cada año grandes esfuerzos a través de su Plan Anual de Control Tributario y Aduanero.
Autónomos más vigilados por el uso de dinero en efectivo
Uno de los focos de control de la Agencia Tributaria en cuanto al movimiento de dinero en efectivo, recae sobre los autónomos. ¿El motivo? Son los negocios donde más vías existen para defraudar a Hacienda. A pesar de hacer la declaración de ingresos, hay empresas que deciden no declarar la cantidad real. De este modo, se ahorran pagar parte de los impuestos al fisco.
Pero, ¿Hay negocios o autónomos más vigilados que otros? La respuesta es que sí. Cabe señalar, que el foco lo pone Hacienda especialmente en aquellos negocios donde el pago con dinero en efectivo es más habitual. En base a esta premisa, podemos decir que los negocios más controlados por la Agencia Tributaria son los relacionados con la hostelería y la restauración.
En segundo lugar, otro sector controlado porque suelen pagarse los salarios sin declarar, es el de la recogida de fruta. La actividades inmobiliarias ocupan el tercer lugar. Pues los pagos grandes, como pueden ser una vivienda, suelen acordarse con una parte independiente del precio oficial. Finalmente, son los negocios de reformas y arreglos, y en general, la construcción, los autónomos más controlados.
Cantidad máxima que se puede pagar en efectivo
Antes de la pandemia, el límite de dinero en efectivo que podía pagarse era de 2.500 euros. Sin embargo, aprovechando el desuso de esta forma de pago tras la crisis sanitaria, el Gobierno redujo este límite drásticamente. Así, la Ley 11/2021 de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal tiene fijado su máximo en 1.000 euros.
De no cumplirse, la Agencia Tributaria tiene establecido un régimen sancionador para todas aquellas empresas y profesionales que igualen o superen la cantidad establecida. Llegado el caso, cada una de las partes tendrá que enfrentarse a una multa del 25% de lo pagado en metálico, lo que equivale a sanciones de entre 250 y 2.500 euros.
Cabe señalar, que tampoco es recomendable ingresar más de 3.000 euros en efectivo en una cuenta bancaria. Pues a partir de esa cantidad, habrá que justificar el motivo de tal ingreso y el banco tendrá la obligación de avisar a Hacienda. Por otro lado, realizar pagos con billetes de 500 euros, aunque no es ilegal, sí pone en alerta a La Agencia Tributaria.