Cuando una persona se plantea renunciar a una herencia, el motivo puede ser que una parte de esta le perjudique. Este caso puede darse cuando la masa hereditaria que pertenece a un heredero contenga más deudas que bienes. Esto quiere decir, cuando el pasivo de la masa hereditaria sea mayor que el activo.
El problema principal es que la herencia lo incluye todo: Tanto el activo como el pasivo del causante. En estos casos en que el importe de las deudas existentes es mayor al valor de los bienes, el heredero se ve obligado a renunciar a la misma. Esto ocurre porque además, las deudas pueden afectar al patrimonio del heredero si este no puede hacer frente a las mismas.
Otro de los motivos por los que un heredero puede decidir renunciar a una herencia, es de tipo fiscal. En este caso, cabe señalar que depende de la comunidad autónoma donde se produzca el hecho imponible, que generalmente es, el de la residencia habitual del causante. Este hecho es diferencial porque el Impuesto de Sucesiones y Donaciones está cedido a las comunidades y por ello, las deducciones son muy diferentes en cada una de ellas.
Por tanto, de cuál sea el importe de este impuesto depende en muchas ocasiones que estos decidan renunciar a la herencia. No obstante, es un hecho constatable que esta circunstancia suele darse más recurrentemente en herencias entre colaterales, es decir, cuando heredan hermanos o sobrinos.
Cómo renunciar una herencia si no hay testamento
A la hora de renunciar a una herencia, es fundamental valorar las consecuencias jurídicas que este acto va a tener. Este hecho va a depender de varios factores, entre ellos, que exista o no testamento. Si una herencia es intestada, es decir, no existe testamento, la renuncia no tiene ningún efecto para el renunciante.
En este caso, con la parte del heredero que renuncie a la herencia, se aumenta a partes iguales la del resto de los herederos. Esto significa, que su parte acrece a la de los demás. No obstante, esto solo ocurre cuando se trata de una renuncia simple y pura.
Sin embargo, existe otra opción. Pues darse el caso de que el legítimo heredero renuncie a su parte de la herencia en favor de otro heredero. Esto es posible. De hecho en este caso, sucedería así y esa parte de la herencia cambiaría de heredero. Pero, hay que tener en cuenta que este caso, el importe de la misma quedaía sometida al pago del Impuesto de Donaciones por el beneficiado de la renuncia.
Cómo renunciar a una herencia con testamento
En el caso de que el causante haya realizado testamento, es decir, se trate de una herencia testada, pueden darse de nuevo dos circunstancias. Por una parte, que se trate de una renuncia pura y simple, y produzca el mismo efecto que se ha descrito para la herencia intestada.
Sin embargo, si el testamento contempla la sustitución vulgar, en caso de renuncia, la cuota del renunciante pasará a sus herederos. Eso sí, para que esto ocurra, debe contemplarlo expresamente el testamento. En esta situación, sí hay que tener cuidado, porque si se rechaza la herencia por la existencia de muchas deudas, tu renuncia puede provocar colocar en la misma situación a tus descendientes, por lo que obligaría a estos a proceder igualmente a renunciar.
Cabe señalar que en cualquiera de los casos, rechazar una herencia, exige un requisito de tipo formal imprescindible. Este es: hacerlo en escritura pública ante notario. Es decir, la única forma de renunciar a una herencia, es compareciendo ante notario y otorgando una escritura de renuncia.