La incapacidad temporal es una situación puntual en la que un trabajador recibe una prestación por estar de baja médica. Esto significa que sufre alguna dolencia que le impide desarrollar su actividad laboral habitual. Esta puede ser consecuencia de una enfermedad común, un accidente laboral o algún problema en la vida privada.
Concretamente, se trata de un subsidio diario que cubre la pérdida de rentas del trabajador durante su baja laboral. La cuantía de este subsidio es del 75 por ciento de la base reguladora. Esta prestación podrá recibirla en primera instancia, durante un tiempo máximo de doce meses, pero que son prorrogable seis meses mas.
Los beneficiarios de el subsidio por incapacidad temporal están divididos en dos grupos. Por una parte, los trabajadores que cumpliendo los requisitos establecidos, estén incluidos en cualquier régimen de la Seguridad Social. De otro lado, los trabajadores del régimen especial de trabajadores autónomos (RETA), que tengan incluida esta prestación.
Los requisitos que debe cumplir el trabajador para cobrar la prestación, dependen del origen de la dolencia. De una parte, los que causan baja por enfermedad común, deben estar afiliados y en alta, y tener cubierto un período de cotización de 180 días en los 5 años anteriores. A los que han sufrido un accidente, no se les exige cotizaciones previas.
Enfermedades que conceden una incapacidad temporal
La incapacidad temporal es un subsidio que la Seguridad Social concede a una persona que por alguna dolencia no puede desarrollar durante un espacio de tiempo concreto, su actividad profesional. Dicha dolencia puede tener su origen en distintos motivos. Entre ellos, destaca el hecho de sufrir una enfermedad.
Así pues, una persona puede obtener la baja laboral y por tanto, la incapacidad temporal, por una enfermedad común. Algunas de las enfermedades comunes por las que se puede solicitar esta situación son: bronquitis aguda, resfriado, infección de oídos, gripe, gastroenteritis, sinusitis, infección urinaria o de la piel.
Por otra parte, el afectado puede haber sufrido una enfermedad derivada de su actividad profesional. En este caso, también es posible solicitar la baja laboral y por tanto, el subsidio por incapacidad temporal. En este caso, las enfermedades más comunes son: Estrés térmico, silicosis, asbestosis, enfermedades de la voz, respiratorias, dermatitis, cáncer de origen laboral, hipoacusia o estrés laboral.
Accidentes que causan baja laboral
Los accidentes son otra causa de baja laboral y por tanto, incapacidad temporal. Dentro de estos, podemos distinguir entre los accidentes laborales y no laborales. Los accidentes tipificados que más ocurren fuera del trabajo pero repercuten en el desarrollo del mismo, son: Caídas, golpes, cortes o heridas, intoxicaciones o quemaduras.
Del otro lado, están los accidentes laborales. Estos son aquellos que la persona sufre mientras está desarrollando su actividad profesional. Entre los más comunes podemos destacar, por ejemplo, las caídas. Estos accidentes suelen darse, en la mayoría de los casos, por un mal uso de los Equipos de Protección Personal (EPP) o la mala señalización de los espacios de riesgo.
Otros accidentes frecuentes dentro del ámbito laboral, suelen ser: Laceraciones y amputaciones, intoxicaciones, electrocuciones, o accidentes vehiculares. En este último caso, la frecuencia es evidente debido a la cantidad de profesiones que requieren de manejo de vehículos de distinta índole y maquinaria.