En un cambio significativo para los pensionistas en España, la Agencia Tributaria ha confirmado que, a partir de 2024, un grupo específico de pensionistas quedará exento del pago del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Actualmente, más de 10 millones de pensionistas contributivos de la Seguridad Social están sujetos a este impuesto, al igual que los trabajadores por cuenta propia o ajena.
Sin embargo, existen ciertas excepciones para grupos específicos de pensionistas, quienes, según la normativa vigente, no están obligados a tributar por el IRPF. Estas excepciones se aplican a colectivos considerados vulnerables o protegidos por la ley, y se mantendrán tanto en 2023 como en 2024.
La Ley 35/2006, publicada en el BOE, establece las condiciones bajo las cuales ciertas pensiones están exentas del IRPF. Entre estas se incluyen:
- Pensiones Contributivas de Incapacidad Permanente: Aquellas reconocidas por la Seguridad Social o mutuas de trabajo como incapacidad permanente absoluta y/o de gran invalidez. Estas pensiones tienen un límite máximo exento de tributación y se convierten en pensiones de jubilación al cumplir el beneficiario los 65 años.
- Pensiones por Incapacidad Permanente o Inutilidad: Estas deben estar encuadradas en el Régimen de Clases Pasivas y aplicarse en casos donde la enfermedad o lesión inhabilite completamente al beneficiario para cualquier profesión.
- Otros Casos Exentos: Incluyen prestaciones por nacimiento y cuidado de menor, prestaciones de cuidado del lactante, prestaciones familiares no contributivas, pensiones y haberes pasivos de orfandad y a favor de nietos y hermanos menores de 22 años o incapacitados para todo trabajo. También se eximen las pensiones derivadas de medallas y condecoraciones por actos de terrorismo, así como la pensión de jubilación en casos de terrorismo.
La Agencia Tributaria advierte que solo las rentas expresamente calificadas como exentas en la normativa de IRPF o en otra ley están libres de este impuesto. Es crucial revisar el borrador de la declaración de la Renta para asegurarse de que las cantidades exentas sean correctamente aplicadas y no figuren indebidamente.
Este cambio representa un alivio significativo para muchos pensionistas, quienes verán una reducción en su carga fiscal y una simplificación en sus obligaciones tributarias.