Muchos son los motivos por los que tramitar una herencia es complicado. En primer lugar, por una cuestión emocional. Y es que este proceso hay que llevarlo a cabo en un momento difícil, días después de haber perdido a un ser querido. Además, durante toda la gestión, van a estar removiéndose sentimientos que van a hacer aún más complicado cada paso.
La raíz del segundo motivo entra también dentro de la parte emocional y familiar. Pues no es habitual que nuestros familiares más cercanos, aquellos de quien presumiblemente seremos herederos como pueden ser unos padres, nos hablen y aclaren todo lo necesario en cuanto a la herencia. Es un tema doloroso a evitar. Pero esto significa que llegado el momento, puede haber datos que incluso desconozcamos.
Por último, la gestión de una herencia no es fácil por el desconocimiento que existe en cuanto al proceso que hay que llevar a cabo. Por este motivo, es recomendable contar un un abogado experto es sucesiones que nos guíe y alumbre acerca del proceso que hay que realizar, y los plazos con los que debemos contar.
Es importante tener en cuenta, que todo lo que podamos adelantar como futuros causantes a nuestros herederos, son problemas que les ahorraremos en el futuro. En este sentido, lo ideal es realizar un testamento. Este documento no es obligatorio, sin embargo, es el idóneo para dejar formalmente y por escrito, los deseos que tenemos acerca del futuro de nuestra herencia.
No cometas estos errores al tramitar una herencia
Llegado el momento en el que te toque heredar, hay trámites a los que deberás hacer frente para liquidar la herencia. Este no es un proceso baladí, pues en realidad, son muchas las aristas de las que se compone. Para evitar errar en esta tarea y complicar su resolución, es fundamental conocer con antelación, aquellos errores que es importante evitar a la hora de tramitar una herencia. Te contamos los más importantes.
En primer lugar, atentos a la situación económica que tuviera el causante. Pues aunque muchas personas no lo tienen en cuenta a la hora de aceptar una herencia, las deudas también se heredan. Y es que existe la creencia generalizada, de que heredar es sinónimo de recibir beneficios, es decir, coches, inmuebles, joyas o dinero. Sin embargo, de tener este deudas adquiridas, estas pasarán a los herederos. Por tanto, si alguien acepta una herencia con deudas y no puede hacerle frente, estas comprometerán su patrimonio.
Otro error que debe contemplarse, se puede evitar teniendo siempre presente el aspecto fiscal. Esto significa, que hay que conocer los impuestos a los que se debe hacer frente y los plazos con los que se cuenta. Entre lo más habituales, sobre todo si se va a heredar una vivienda urbana, están el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, y la Plusvalía Municipal.
Evita los errores de forma
Son muchos los documentos que deben redactarse para dejar constancia de cada paso de una herencia. Para que no haya ningún tipo de confusión ni problema futuro, estos deben estar perfectamente redactados. Es decir, cualquier documento imprescindible de ser redactado para la tramitación de una herencia, debe estarlo en la forma correcta.
Aunque esto debería llevarse a cabo con cualquier documento, hay algunos para los que es casi vital para el proceso. Por ejemplo, cuando hablamos de una escritura de herencia. Lo idóneo en estos casos, es que se describan los bienes de la forma más concreta y detallando qué cupo de la herencia pertenece a cada heredero.
Esta buena práctica de estar atento a la forma, también puede extenderse a trámites previos al fallecimiento como puede ser la redacción de un testamento. Hacer un testamento perfecto, puede ahorrar problemas si se hace de la forma correcta. Es decir, si se detalla lo máximo posible la voluntad del testador, los bienes que tiene y los herederos sobre los que recaerá la herencia.