La hipoteca es un contrato entre una entidad bancaria y su cliente, para que este le deje una cierta cantidad de dinero. El acuerdo debe determinar en cuantos plazos debe ser devuelto, los intereses aplicados y por tanto, la cuantía de las cuotas. En base a dichos intereses, una hipoteca puede ser de tipo fijo o variable.
En la hipoteca de tipo fijo, el contrato recoge la cuantía fija de la cuota a pagar. Es decir, el beneficiario de este préstamo, siempre pagará al banco la misma cantidad de dinero independientemente de los factores externos que se den. Esto significa, que el porcentaje de interés marcado por la entidad, es inamovible.
Por el contrario, en las de tipo variable, el interés está compuesto por un diferencial fijo y un índice de referencia. Esto quiere decir, que las cuotas a cancelar no tendrán una cuantía fija establecida. Y es que en adelante, estará atada a un índice de referencia que en la gran mayoría es los casos actuales es el euríbor.
La hipoteca es un producto financiero que ofrecen los bancos para aquellos clientes que necesiten hacer un pago grande. Por este motivo, lo más habitual es solicitarlas para comprar una vivienda. Pues los normal, es que el comprador no disponga de toda la cuantía al contado para hacer frente a una compra así.
¿Ha llegado el fin de la hipoteca económica?
Son ya varios los meses en que se viene escuchando un debate que parece no tener solución, al menos, de momento. ¿Han llegado a su fin las hipotecas económicas?. Existe una corriente que anuncia el fin de las hipotecas baratas. Sin embargo, son muchos los expertos que aún consideran que esta situación está todavía lejos.
Es cierto, que los últimos meses han venido cargados de malas noticias para la economía mundial. Sin embargo, para llegar a una conclusión exacta y que analice de forma directa lo que en este contexto puede afectar a las hipotecas, se deben analizar con precisión muchos más números.
Qué es mejor ¿tipo fijo o variable?
Esta es una de las decisiones más difíciles cuando una persona va a comprarse una vivienda. Hipotecar una serie de gastos durante años, requiere de un pensamiento previo donde exponer la situación más favorable a futuro. Este paso es más difícil si cabe, si tenemos en cuenta los tiempos de incertidumbre económica que estamos viviendo.
Por este motivo, no existe una respuesta definitiva a esta cuestión. Pues lo importante, es estudiar cada caso concreto. Y es que cada persona debe valorar, según los criterios establecidos. Si prefieres saber desde el principio la cantidad que vas a pagar, quizás debas decantarte por una hipoteca de tipo fijo. No obstante, debes saber que los intereses de este tipo suelen ser más elevados.
Sin embargo, si quieres pagar poco dinero a corto plazo y no te importa que la cuota cambie, una variable es la mejor opción. El riesgo que estás dispuesto a asumir es uno de los factores a tener en cuenta a la hora de tomar una decisión de este tipo. Pues en base a ello, podrás tomar la opción más acertada en cuanto a tus necesidades.