El Seguro Social tiene como objetivo servir como fuente de ingresos para parte de la población que tiene problemas para acceder al mercado laboral, su acceso es limitado o ya se ha retirado de su andadura profesional. En cualquier caso, son personas que necesitan de esta fuente de ingresos para mantener un nivel de vida digno.
Los trabajadores que se jubilan y las personas dependientes de un familiar fallecido, son algunos de los cupos cubiertos por este programa del Seguro Social. Sin embargo, también hay un cupo reservado a personas con discapacidad. En dicho cupo a su vez, existen dos tipos de beneficiarios distinguidos por algunas diferencias.
Se trata de las personas que pertenecen al Seguro de Ingreso Suplementario (SSI) y el Seguro por Incapacidad del Seguro Social (SSDI). En el primero de los casos, SSI, el Seguro Social ofrece respaldo económico a adultos mayores de 65 años y personas con discapacidades, sin importar la edad, con ingresos o recursos limitados.
Por su parte, el SSDI brinda apoyo a aquellas personas que a pesar de sufrir alguna discapacidad, cuentan con un historial laboral considerable, pero no han llegado aún a la edad de jubilación. Por tanto, no pueden retirarse. La experiencia laboral acreditada puede ser la propia o la de algún familiar que le asista.
Beneficiarios del programa de Seguro por Discapacidad
Según la información que facilita por vías oficiales la Administración del Seguro Social (SSA), las personas a las que se les conceden los beneficios del Seguro por Incapacidad del Seguro Social (SSDI), son aquellas con una discapacidad grave o total acreditada. Es decir, cualquier enfermedad o lesión, sea cual sea su procedencia, que les impida llevar a cabo cualquier actividad profesional.
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— Social Security (@SocialSecurity) May 1, 2023
Pero no es lo único que deben acreditar. Además, deben demostrar que el tratamiento prescrito por profesionales dura al menos un año, o que la enfermedad no tiene cura. Finalmente, deben contar con un historial laboral cualificado. Esto significa, que deben haber pagado os impuestos necesarios al Seguro durante su vida laboral.
Cabe señalar, que este último requisito es uno de los diferenciales entre los beneficiarios del SSDI y del SSI. Pues en el primero de los casos, para acceder a la prestación, debes haber pagado los impuestos correspondientes al Seguro Social mientras trabajabas. Sin embargo, los beneficiarios de la SSI, pueden solicitar el beneficio sin haber trabajado.
Así puedes solicitar los beneficios de la SSDI
Si cuentas con los requisitos necesarios para ser beneficiario del Seguro por Incapacidad del Seguro Social (SSDI), tienes principalmente dos vías de acceso para solicitar esta prestación. No obstante, antes de comenzar cualquier gestión, debes comprobar que cuentas con la documentación necesaria que acredite los requisito que anteriormente te hemos descrito.
Una vez los tengas, puedes comenzar los trámites a través del portal web oficial del la Administración del Seguro Social (SSA) o por teléfono llamando al 800-772-1213. Sea cual sea tu opción seleccionada, ten a mano los documentos necesarios para ir aportando todo lo que te requieran. Si tienes dudas, la misma web de la SSA cuenta con un listado de documentos útiles.
Por otra parte, si prefieres que sea directamente una persona del Seguro Social quien te ayude a presentar tu solicitud, debes llamar al número que te hemos solicitado y concertar una cita previa. Debes tener en cuenta, que una vez puesta en marcha la solicitud, el plazo medio para obtener una respuesta de la SSA es de más de seis meses.