Nacho Varga (Michael Mando) se suicida en el final del episodio 3 de la temporada 6 de “Better Call Saul”, una decisión impactante que se relaciona con todo el arco de su personaje y cambia el futuro de la serie. Nacho es uno de los personajes que faltan en “Breaking Bad”, lo que significa que durante mucho tiempo se lo ha visto como alguien que eventualmente tendrá que morir. Sin duda, eso también encaja con su historia hasta ahora, ya que el personaje se ha metido cada vez más en el cartel y se ha enfrentado a una serie de problemas por todos lados, sin ninguna posibilidad real de escapar.
Eso es algo que la temporada 6 de “Better Call Saul” ha continuado, con Nacho atrapado en México después de su fallido asesinato de Lalo Salamanca (Tony Dalton). Con los Salamancas persiguiéndolo, y Gus Fring (Giancarlo Esposito) feliz de que lo maten, el título del episodio 3 de la temporada 6 de la serie de Netflix, «Rock and Hard Place», resume perfectamente la terrible situación en la que se encuentra.
Nacho logra comprar algo de influencia con la amenaza de decirles a los Salamancas que Gus estaba detrás del complot de Lalo si lo capturan, pero eso solo sirve para que él vuelva a cruzar la frontera y su padre esté a salvo. De lo contrario, su tiempo se acabó. Ni siquiera Mike Ehrmantraut (Jonathan Banks) puede arreglar este lío, por lo que se acuerda que el hombre debe hacerse cargo de la culpa, pero las cosas no salen según lo planeado. En lugar de apegarse al plan de Gus, Nacho toma el asunto en sus propias manos y, en el final del episodio 3, también se quita la vida, un final inquietante para uno de los mejores personajes de la serie.
¿Por qué Nacho va en contra del plan de Gus?
Al principio, Nacho sigue el plan de Gus, aparentemente haciendo las paces con su muerte porque sabe que al menos salvará a su padre. Pero en la temporada 6 de “Better Call Saul”, el final del episodio 3, algo dentro del personaje cambia, lo que significa que ya no puede seguir el guion. No es que Nacho vaya completamente en contra de lo que Gus había expuesto, en lugar de eso, duplica la idea de que «el hombre gallina» no podría ser responsable de ninguna manera. Para Nacho, es una forma de tener su pastel y comérselo, una última comida mucho más satisfactoria que el pollo seco que sirvió antes.
En el transcurso de la serie, Nacho se ha vuelto cada vez más resentido e incluso odioso por el juego en el que se ha visto obligado, incapaz de escapar de su vida delictiva, a pesar de que en el fondo es una buena persona, debido al control que estas personas tienen sobre a él. Con Bolsa interrogándolo, Héctor Salamanca (Mark Margolis) mirando y Gus tomando las decisiones, todo se vuelve demasiado para Nacho, quien en cambio se da cuenta de que esta es su última oportunidad de decirle a esta gente lo que realmente piensa; que, si va a morir, debe hacerlo sin dejar nada en el qire, porque ya no hay nada que perder mientras su padre esté a salvo.
¿Por qué se suicida?
Todo eso conduce a uno de los momentos más impactantes en la historia de la serie, cuando Nacho se suicida en el final del episodio 3 de la sexta temporada. Incluso hasta el momento en que aprieta el gatillo, parece que va a haber otro giro: que Mike, que está observando a través de la mira de su propia arma, salvará, o que sucederá algo más. Pero no, Nacho se quita la vida al final, lo que se relaciona con lo atrapado que estaba, tanto en este momento como en su vida. No está claro si fue a esa reunión habiendo decidido quitarse la vida, pero parece más como una respuesta a la presencia de personas que odia y las palabras que dijeron.
En concreto, es Juan Bolsa quien da las palabras que mejor explican el destino de Nacho: «Hay muertes buenas y muertes malas». Eso en sí es revelador, porque no hay una tercera opción: para Nacho, en ese momento, tenía que haber muerte. Pero podía elegir, y la que le ofrecían Gus y Bolsa no era, en su opinión, una «buena muerte». ¿Pero el final que obtiene? Mirar a Héctor a los ojos y decirle la verdad, sin que él pueda hacer nada al respecto; apuñalar a Juan Bolsa y negarse a que lo maten huyendo; para superar a Gus.