La Dirección General de Tráfico (DGT) ha celebrado la jornada ‘Somnolencia y Conducción’ donde se han congregado expertos de distinta índole, para debatir sobre la somnolencia en nuestro país y cómo este factor tiene una incidencia directa, en la siniestralidad vial. Es decir, cómo la falta de sueño al volante, puede ser un auténtico peligro para los usuarios de la vía.
Según los datos de la entidad de tráfico, los problemas del sueño son, después del alcohol, la principal causa de los siniestros en carretera. Por tanto, se ha convertido en un problema a afrontar de cara a próximas campañas. Y es que la DGT avisa: Conducir con falta de sueño o bajo efectos del alcohol, multiplica por 5 las probabilidades de sufrir un siniestro de tráfico. Es más, esta se multiplica por 30 cuando concurren ambos factores.
Al contrario de lo que muchas personas puedan llegar a pensar, parece que la falta de sueño es un problema muy común en España. Los datos hablan: El 30 por ciento de la población española sufre algún tipo de trastorno del sueño, un 45 por ciento duerme por debajo de las 7 horas mínimas de sueño y aunque nos quieran convencer de lo contrario, los españoles somos los que dormimos un 10 por ciento menos que el resto de Europa.
El director general de la DGT, Pere Navarro, ha destacado que el 42 por ciento de los siniestros mortales, son salidas de la vía. Además, el 38 por ciento de los fallecidos fueron por distracción. «Un ‘cajón de sastre donde incluimos el móvil, en el que nos hemos centrado en los últimos años, pero también la somnolencia y la fatiga, que son los grandes olvidados», ha recalcado, poniendo de manifiesto, que quizás no se le ha prestado suficiente atención a este problema.
La DGT advierte de los peligros de conducir con falta de sueño
La jornada organizada por la DGT, ha dejado diferentes afirmaciones para trabajar de cara a concienciar sobre los peligros de ponerse al volante con algún tipo de problema de sueño. Y es que una de las medidas que debemos interiorizar en este sentido, es en la la importancia de parar al menor síntoma de sueño. Al igual que se ha concienciado a la población sobre los peligros de ponerse al volante tras haber injerido alcohol, debemos interiorizar que la falta de sueño es un riesgo que aumenta la siniestralidad y no debemos conducir con él.
Según los expertos, dormir poco tiene consecuencias graves en nuestra salud. Entre los problemas a los que nos podemos enfrentar está el debilitamiento del sistema inmunitario, trastornos cardiovasculares, metabólicos o enfermedades neurodegenerativas. Pero también, problemas de fatiga y salud mental y por supuesto, el que nos ocupa: un mayor riesgo de siniestralidad vial. El problema es tan grave, que el riesgo de accidente aumenta por cuatro en los casos en los que el conductor se pone al volante habiendo dormido tan solo 4 o 5 horas. Es más, se multiplica por once si se ha dormido menos de 4 horas.
La somnolencia: Un problema equiparable al alcohol
Quizás la comparación entre el peligro de conducir con sueño y hacerlo habiendo injerido alcohol, sea el más impactante. Pero es real, por tanto también puede ser el más efectivo. Y es que los síntomas son similares. Una persona que se pone al volante con una falta importante de sueño, pierde gran parte de los reflejos a los que estar alerta. Además, puede sufrir fatiga, mareos y distracciones que le lleven a salirse de la vía o no poder reaccionar ante cualquier imprevisto.
La falta de concienciación y prevención acerca de los riesgos que supone conducir con somnolencia es tal, que según un estudio aportado en las jornadas organizadas por la DGT, la mitad de los conductores afirman que se fuerzan y siguen conduciendo a pesar de sufrir somnolencia. Es decir, que a pesar del cansancio, no paran para descansar. Pero el asunto es más grave. Pues un 31 por ciento reconoce que ha tenido micro sueños. Esto significa, que se ha dormido al volante.
Durante la jornada, Irene Cano, jefa de la Unidad del Sueño del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, ha manifestado que la privación del sueño es prevenible. Además, esto afecta a la calidad de vida de las personas. Por tanto, lo primero es ser conscientes que estamos ante un problema de salud en el que que la prevención y la promoción del sueño, es fundamental para comenzar a trabajar.